Sinsentido No. 6

Estos días han tenido un tinte agridulce. Más agrio que dulce para ser honesta. Ya no es bonito D’artagnan, ya no es emocionante verte o saber que existes, porque tu presencia lo único que ha hecho últimamente es causarme dolor de estómago, punzones en medio de pecho y un poquito de angustia. No tienes idea, lo sé, siempre lo he sabido, pero creo que esto es una despedida. Sin embargo, éste no será el último sinsentido… por un ratito seguiré imaginándote mientras hago verdadera conciencia de que todo esto fue una gran tontería de mi imaginación.

¿Has notado que siempre menciono mi gran imaginación? Me gustaría que la tuya se pareciera un poco a la mía… pero no nos vamos a engañar, tú tienes cosas más importantes en qué pensar, cosas realmente importantes, porque afuera de mi burbuja de cristal hay gente con verdaderos problemas, no como los míos… la tonta pseudoadolescente enamorada del tipo en el que nunca se debió fijar porque todo, absolutamente todo en su entorno se lo advirtió, pero ella fue de frente como los caballos hasta que se estrelló y dolió.

Estoy triste D’artagnan, pero no es tu culpa. O bueno, compartamos culpas esta vez, la última vez. El año que viene tengo tantos planes y tantos sueños por realizar, que si tengo suerte no me alcanzará el tiempo para prestarte atención ni pasarme los días meditando sobre tu presencia/ausencia, que es la cosa más complicada dentro de esta comedia del absurdo que se alimenta de tu indiferencia y de mi ignorancia.

Me despido D’artagnan porque he concluido que hay cosas más interesantes en qué perder el tiempo, si de cualquier modo no te vas a enterar. Y aunque te enteres, no cambia nada entre nosotros, el hecho de que seas ajeno o mi innegable volatilidad, nada cambia ni cambiará, entonces ¿para qué?, ¿por qué seguir escribiéndole al sinsentido pensando en ti cuando tú puedes pasar diez veces por mi lado sin voltear a ver?, ¿qué sentido tiene perder el tiempo cuando todo está dicho? Que soy una ilusa, que eres un imposible, que he superado cosas peores, que hay problemas reales para afrontar, que tengo muchas metas por cumplir, que tú solo fuiste amable…

Finalmente te digo adiós, sin canciones melancólicas ni ademanes románticos, te digo adiós a secas, como le digo adiós a este año. Vete con él por favor, devuélveme la tranquilidad que escondiste entre tus manos, quédate con el bonito recuerdo de mi sonrisa tonta al verte, pero me voy, te dejo ir también, y esta vez espero que sea definitivo… espero que sea para siempre.

¡Feliz 2012, D’artagnan!

Comentarios

Unknown dijo…
Hoola! Me acabo de topar con tu blog, y quiero leer todas las entradas (solo me he leido sinsentido nº6) para saber quien es D'artagnan.. sé que aparece en los tres mosqueteros... hasta ahi mi cultura :)

Escribes genial, como muy profundo, y desde mi punto de vista eso es genial, ya muy pocas personas escriben como tú.
Me agrego como miembro de tu blog ;)

Salu2!

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