No soy la mujer que estás buscando, lo siento. Quisiera serlo a veces, solo a veces, en esos días en los que eres fuego y por tu culpa arden las ciudades y el viento se llena de humo y escarcha negra, en esos días quisiera ser la mujer que buscas, la que puede apagarte, amainar tu ira, abrazarte y dormir a tu lado para que estés tranquilo. No soy la mujer que estás buscando. Quieres alguien frágil, vulnerable, impotente ante tu locura y tus arrebatos infames, tu falta de consideración y tu sombría manera de enterrar cualquier sueño en lo más profundo de la tierra. No soy la mujer que estás buscando, a pesar de amarte más que nadie, como solo se ama una vez en la vida. Yo fallé en la búsqueda, te encontré cuando no debíamos, cuando no podíamos, cuando ninguno de los dos sabía que es posible creer, inherente crecer, con todo y que riman como rimábamos nosotros, ese engranaje perfecto de tu cuerpo y el mío devorando las ansias y rompiendo los miedos. No soy la mujer que estás ...
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