Érika Ángel Tamayo

Nadie, absolutamente nadie en este mundo podría entender lo que siento en este momento. Tendrían que saber muy bien lo que significa un “DREAM CAST” o tendrían que meterse dentro de mí para comprender por un instante por qué el corazón puede latirme de esta manera… estoy más feliz que niño en dulcería :) Nadie, absolutamente nadie tiene ni la menor idea de lo que estos sencillos videos de YouTube significan para mí justo hoy, que estoy pasando por este momento, tan fuerte, tan intenso, tan mágico… tan iluminado ♥. Estoy por pensar que soy la persona más afortunada del mundo… no, realmente ¡¡LO SOY!! Eso sin contar que estoy al borde del llanto y se me puso la piel de gallina ♥ ♥ ♥. No me importa si nadie me entiende, sé que algún día lo harán :). Dios…. ¡Gracias! ^^

Tenía todo listo: guantes, algodón, desinfectante, gasas, esparadrapo y vendaje. Felipe no volvió a pronunciar palabra mientras ella lo movía despacio como un muñeco de trapo para ubicar cada cosa. De hecho, ni siquiera abría los ojos, lo cual le hacía pensar a Silvia que el dolor estaba siendo insoportable, así que trató de ser lo más rápida y eficiente posible, algo que no le costó mucho trabajo pues ya se había convertido en una experta después de ver cómo lo hacían en el hospital durante el tiempo que Felipe permaneció allí. Obviamente, las enfermeras con él eran más diligentes y atentas de lo que debían ser, pero ella siempre estuvo con ojo avizor para no perderse ningún detalle del procedimiento, aunque en el fondo sabía que estaba cuidando algo más importante que los meros detalles. Y esa tarde, aunque mareada con el olor de la mezcla de alcohol antiséptico y el desinfectante, entendió por fin que realmente no había tenido mucho por qué preocuparse en el hospital, que las mano...