Escribirte no fue tan malo... ¡Después de todo!
Oh, ¡El amor, el amor! Nos hace tan grandes y muchas veces tan pequeños, nos hace fuertes pero siempre tan frágiles, nos hace elevarnos al cielo y con la misma fuerza nos hace estrellarnos contra el suelo, produciendo un dolor que no tiene nombre o definición ni en el mejor diccionario del mundo (el de la RAE se queda corto ¬¬). En fín, mi intención no es escribir sobre el amor el día de hoy, sino contar una anécdota muy pero muy chévere y muy interesante que me sucedió hoy, diría yo que gracias al amor.
Ahora, justo en este instante no me siento envuelta en ningún tipo de enredo amorístico, no hay nadie que ocupe 100% mi mente y mi corazón están "tranquilos" y eso es bueno cuando hay tanto trabajo por hacer, tantas cosas, tantos planes. Entre la Conexión Vampírica, el club de fans de Crepúsculo en Colombia, mis rollos con la web de Robert Pattinson, los múltiples business que tengo con mi mejor amigo (parcero, sensei, maestro, partner, pal y demás adjetivos relativos), con lo de la continuación de la promoción de La Mujer del Vampiro y el evento que viene, las cositas varias de la oficina y el añadido de la práctica empresarial, el desarrollo de mi trabajo de grado (que espero arrancar ¡ya!), con la preparación del estreno de la película Twilight, con mi idea de vender artesanías, escribir una novela, un cuento y cien poemas que tengo pendientes... díganme sinceramente ¿QUIÉN TIENE TIEMPO DE ENAMORARSE? O.o.
Bueno, el cuento es que durante este año de muchos muchos cambios y revoluciones interiores, este año en el que el corazón me jugó buenas y malas pasadas, tuve suficiente para conseguir la realización de trabajos artísticos de buena calidad, y eso se demostró hoy que descubrí que la gente de la Revista El Palabrero Virtual escogió uno de los poemas más bonitos que he escrito en mi corta carrera de poeta (muy larga como escritora, pero de novelas jaja), para publicarlo en su séptima edición. El que hayan escogido este poema tiene un significado especial para mí, pues realmente fue un regalo que le hice a alguien en un momento muy definitivo en mi vida, un momento en el que el corazón me latía rápido y me sudaban las manos y esa sensación es algo que yo no cambio por nada; a mi me gusta enamorarme, no le tengo miedo, me gusta querer y que me quieran, así que este escrito esn especial tiene una connotación única; que las cosas no hayan salido del todo bien, es sólo parte de ese mundo tan cambiante en el que vivimos. Este es un logro que me hace sentir muy orgullosa y sobre todo me motiva a seguir trabajando duro en mejorar el arte de hacer lo que más amo hacer en la vida: escribir.
Para ver toda la revista, clic aquí. "Susurro al oido" de la página 45.
Para ver la entrada original del poema en este blog (agosto 13), clic aquí.
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