De la patada... (Parte 1)

MÚSICA ACTUAL: Y, ¿si fuera ella? [Alejandro Sanz] || Try [Nelly Furtado]

Sip, esa es una buena (excelente, diría yo) forma de describir lo que han sido los últimos días. A decir verdad, no ha pasado nada del otro mundo; el trabajo está tranquilo (salvo algunos asuntitos que definitivamente no se podían obviar), la universidad este semestre está de un relajado absurdo, con eso de estar viendo sólo cuatro materias y mi terrible fijación de no asistir los miércoles o de que, en cualquier caso, sean los profesores los que no asistan xD.

El cuento es que me siento de la patada por una circunstancia tan absurda como inverosímil... Guess who? ¡Pues claro! El corazón de pollo que me pusieron es un títere del destino. Entre los videos varios de mi casa y el culebrón de historia que es mi vida personal (amorosa, amistosa, familiar y demás), siento que me estoy desmoronando de a poquitos. Yo sé, es tonto, es pretencioso, es agónico y absurdo, pero es que si pudiera ser lo suficientemente honesta como para gritar a los cuatro vientos la razón de mi "Fucking Wicked Mode", pues nada, creo que se me cortaría la leche del todo y acabaría por convertirme en la reina del drama, dentro del más literal de los sentidos. ¿Cómo decirlo? ¬¬, pues a ver... no sé si se puede definir como "felicidad" la sensación que había venido teniendo hace algún tiempo, pero se acercaba y bastante. Sin embargo, a pesar de pelear contra las posiciones fielmente negativas de mis amigas y compañeras, y estar pensando siempre que todo es "un asunto de actitud", pues no sé en qué parte me está fallando teoría U.U. Siempre me estoy cayendo en los mismos abismos y estrellándome contra las mismas paredes... ¿Qué es esto, por Dios? ¡Qué horror! What the fuck?? O.o.

Sip, seguramente cuando me lean las parceritas aquellas a quienes siempre les dije... "Niñas, todo va a salir bien" me dirán algo así como "¿Si ve, pelaita? La vida no es color de rosa ¬¬". Me niego, me sigo negando a dejarme cubrir por el lodo de mis propias emociones. Muy bonito el cuento poético, de hecho me están saliendo escritos muy bonitos, pero es que tanto escribir sobre tristeza, dolor, desolación y pendejadas de esas, enferma a cualquiera. Yo siempre peleaba contra los conceptos que me querían imponer... "El amor duele", "El que se enamora pierde", "No le meta el corazón a nada"... yo decía, bueno... ¿entonces para qué carajos estamos aquí?, ¿sólos como honguitos? (¡Mierda! Creo que este tema ya lo traté en un escrito anterior, ¿me estaré volviendo repetitiva?, ¿o más bien sigo tratando de verle el lado positivo al amor? ¬¬, ¿me estará haciendo daño vestirme tanto de rosado?).

Yo sólo sé que es un cuento demasiado jodido para tratarlo con pañitos de agua tibia. Pero es que es realmente mágico. La facilidad con la que un día puedes estar sumergido en sus ojos y al otro ser parte de cualquier universo paralelo, muy pero muy lejos de ellos, es demasiado whatfuckante, de verdad. ¿Para qué carajos se enamoran?, ¿quién me explica? Es más, ¿quién me explica lo que es estar enamorado y lo que es estar encaprichado? Yo las veo a diario cortándose las venas y bueno, ahogadas en un mar de conclusiones sacadas por ellas mismas, diciéndo cuánto los extrañan, cuánto daño les hace su ausencia y lo difícil que es "sobrevivir" sin ellos, pero tampoco veo que actúen al respecto, por que también las veo odiándolos hasta más no poder y de la misma forma pensándolos con toda la energía que se cargan en las entrañas. Esto no es una canción de Bebe ni tampoco una campaña de AVON  o de DOVE en pro de la dignidad de la mujer, de esas que promulgan el lema de ¡Oh, mujer, lucha por tu destino y no dejes que la luz del sol se apague en tu corazón!, pero es que en serio... ¡Somos tontas!

En pleno siglo XXI y estamos aquí, esperando dar el todo por el todo. Señoras y señoritas, es verdad, los príncipes azules sí existen... pero los infelices también dejan pelo en el jabón, eso está comprobadísimo. Lo cierto es que no me puedo pasar la vida transmitiéndole la neura a mis pobres mosqueteros (poor little Liz, poor little dearest u.u); recuerdo que en muchas conversaciones me dijeron tantas veces que no sacara conclusiones por mi cuenta y que yo era experta en pensar por mí y a la vez pensar por los demás, pero es que tampoco me dijeron que estaba prohíbido soñar despierta, y mucho más cuando las cosas van llegando sin pedirlas y tampoco dejan mucho al deseo. Yo no sé mucho de reacciones físicas, pero es clarísimo que cuando hay algo que está ardiendo en llamas o que está caliente, blandito, esponjosito o abullonadito,  y le pones hielo encima o le botas un balde de agua fría pues sólo pueden suceder dos cosas: Se solidifica o se desmorona. Es justo en ese punto en el que me encuentro yo... me solidifiqué, se llenaron de hielo mis venas y ahora tengo una muy alta posibilidad de desmoronarme en cualquier momento. Yo sé cuánto odia Jorge Luis mis analogías de este tipo, y seguramente si lo llega a leer (cuando tenga una gota de tiempo, porque el pobrecito anda de corre-corre), me va a querer cachetear, pero es que si eso me importara, el texto se llamaría "De la cachetada..." y no "De la patada...". Pero al fin de cuentas, es su culpa y nada más que su culpa... ¿No fue usted, pelaito, el que me dijo que gritara a los cuatro vientos cómo me sentía?... pues bien, aquí estoy, diciéndole al mundo cómo me siento... ¡Y me valen hongo las consecuencias!

Mañana continúo porque me sacaron de quicio y está bien escribir para desahogarme, pero cegada por la ira no es divertido... ¡He dicho! ¬¬